Cascachila el explorador miraba asombrado a aquel tipo que, a su salida en busca de su particular descubrimiento, le interrogab a sobre tantas cuestiones, algunas hasta para el desconocidas: ¿cuanto tiempo se quedaría? ¿Por cuantos lugares preveía pasar? ¿Quien lo hospedaría?
El sólo quería viajar!
Lo único que sabía con certeza era el impulso que le llevaba a embarcarse en aquella aventura: conocer, descubrir, compartir, crecer.
En aquel mapa que le acompañaba en su mente, veía mar, tierra, ríos, cerros, bosques y desiertos... que parecían pintar líneas que sin embargo no coincidían con aquellas otras que cada tanto el ser humano cambiaba por ignotas razones.
El veía un solo mundo y no comprendía el porqué dibujarle fronteras... todo lo que necesitaría, sería puentes con que superarlas.
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